16 de agosto de 2017
Por: Henrique Canary, columnista de Esquerda Online
Esquerda Online ha defendido incesantemente la necesidad de superar el lulismo por la izquierda y presentar una alternativa política socialista para las elecciones de 2018. El discurso de que “2018 está lejos” solo sirve al propio petismo (que ya presentó una alternativa: Lula) y a la derecha que así gana más tiempo para articularse.
Entre los trabajadores hay mucha gente asustada con Temer y engañada con el lulismo. Este es el principal debate en la sociedad: ¿Cuál es la alternativa? ¿La vieja derecha o la vuelta del PT? Nosotros, de la izquierda socialista, sabemos que este es un falso debate, por eso nos integramos a la Plataforma “¡Vamos! Sin miedo de cambiar el Brasil” alertando que sería errado transformar esa importante y correcta iniciativa del Frente Pueblo Sin Miedo en una especie de reconciliación con el PT. Lula tiene el 30 % de las intenciones de voto y continúa siendo la mayor referencia del pueblo pobre y oprimido. Por eso llamamos, y continuaremos llamando, a Lula y al PT a colocar toda su influencia al servicio de las luchas contra las reformas del gobierno de Temer. Lucharemos al lado de cualquiera que quiera luchar. No presentamos ninguna precondición en este terreno.
Sin embargo, cuando se trata de presentar una alternativa política para el país, las cosas cambian de figura. Ahí no hay acuerdo posible con el PT. Lula ya declaró en innumerables ocasiones que, de ser electo, no solo no anulará las contrarreformas implementadas hasta ahora, sino que hará otras, quizás más leves o en dosis más homeopáticas. Lula ya criticó “las frescura del PSOL” en hacer acuerdos con fuerzas políticas reaccionarias y de derecha. Es decir, ya es evidente que un tercer gobierno Lula será esencialmente igual a los otros dos: acuerdos con la derecha, contrarreformas reaccionarias, enriquecer aún más a los ricos, pequeñas concesiones sociales y democráticas. Eso no nos basta. Fue esa lógica de ceder sin parar a la derecha que nos trajo a la tragedia que vivimos hoy. Es necesario un gobierno y un programa de ruptura. Nuestra posición sobre la necesidad de superar el petismo, el programa alternativo que presentamos y las alertas que hacemos sobre las ilusiones en el lulismo se pueden ver aquí: aquí y aquí.
El PT adhirió a la plataforma “¡Vamos!” ¿Y ahora?
Ahora, en el esfuerzo por superar el petismo, nos enfrentamos con un problema: El propio PT decidió participar en la iniciativa “¡Vamos! Sin miedo de cambiar Brasil”. La presidenta del PT Gleisi Hoffmann, posteó recientemente en su Facebook, la plataforma y las figuras directamente vinculadas al PT que están en las mesas de debates en varias ciudades. ¿Qué hacer en esta situación? ¿Boicot? ¿Fingir que nada cambió?
En primer lugar, hay que entender por qué el PT se adhirió a la iniciativa. Quieren impedir que el Frente Pueblo Sin Miedo y el PSOL se coloquen como alternativa a la izquierda del lulismo. La jugada del PT es un reconocimiento, por parte de ellos, de la fuerza y de la corrección de la iniciativa. Por lo tanto, ¿qué hacer?
En nuestra opinión, la entrada del PT en el movimiento “¡Vamos!” hace aún más importante la participación de todas las corrientes y activistas de la izquierda socialista en este ciclo de debates. Si el PT quiere debatir una salida a Brasil, no seremos nosotros quienes huiremos de esa discusión. Al contrario: haremos un durísimo balance sobre los 14 años de gobiernos petistas, sobre la famosa “Carta al Pueblo Brasileño”, sobre las alianzas con el agronegocio y el sector financiero, sobre la Reforma de la Previsión Social de 2003, sobre el Código Forestal, sobre Junio de 2013, sobre la privatización de los aeropuertos, sobre la entrega del pre-sal y el “achatarramiento” de Petrobrás, sobre la corrupción generalizada que realmente golpeó al gobierno petista, sobre la ocupación de Haití, sobre no haber movido un dedo para resistir el golpe del impeachment, en fin, sobre todos los errores que nos trajeron hasta aquí y que el PT y Lula quieren repetir ahora.
No debemos tener miedo de debatir con nadie, ni con el PT ni con Gleisi Hoffmann ni con Tarso Genro ni con Lula. En realidad, la entrada del PT a la iniciativa trae una gran ventaja: en vez de debatir entre nosotros vamos a debatir con quien tiene el 30 % de las intenciones de voto. Eso hace mucha diferencia y puede dar un gran impulso a la iniciativa “Vamos”.
Es preciso romper el aislamiento de la izquierda socialista
A lo largo de 14 años de gobierno petista, la izquierda socialista fue colocada en la marginalidad, se acostumbró a debatir entre sí, a satisfacerse con una crítica que solo ella misma entendía y concordaba, se olvidó de debatir con quien importa, adquirió el terrible vicio (tal vez ya viniera de antes) de polemizar solo entre sí.
La iniciativa “¡Vamos!” será un gran desafío y puede servir para reeducar a toda una generación de militantes. La izquierda socialista puede y debe volver a la verdadera escena política del país, salir de sus pequeños espacios sectarios, derribar los muros y las paredes que la separan del debate real en la sociedad. La iniciativa “¡Vamos!” nos permite hacer este debate con uno de los actores políticos centrales del país. ¡Tanto mejor! Tanto más fuerte debe ser la participación de los activistas de izquierda en esos debates. Es necesario inundar esas plenarias con nuestra militancia de izquierda, mostrar que el PT es fuerte, pero que ya no es hegemónico en el movimiento social, que hemos aprendido algo en los últimos 14 años.
El PT se adhirió a la iniciativa. ¿Vamos a salir por la otra puerta? ¿Vamos a decir “gracias, no fumo”? ¿Vamos a dar la espalda al 30 % que tiene ilusiones en Lula? ¡No! ¡Vamos con más fuerza! Solamente así, una alternativa podrá ser forjada. De lo contrario, el PT secuestra la iniciativa y la transformará, sin ninguna resistencia nuestra, en una plataforma de apoyo al lulismo.
¿Está decidido el resultado del debate? ¡No! Ni a nuestro favor, ni a favor del petismo. ¿Hay riesgos? ¡Claro que los hay! ¡Miremos a nuestro alrededor! ¿Acaso tenemos derecho a quedarnos en casa? ¡Vamos!
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