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Paraguay: ante el grito de “que se vayan todos”. Por una asamblea constituyente soberana.

Movimiento por el Socialismo, Paraguay

Espontáneamente, sin la convocatoria de organizaciones o partidos políticos, miles de personas ganaron las calles el viernes pasado al grito de “que se vayan todos”, en repudio a la política económica del gobierno de Mario Abdo, en particular a su manejo de la Pandemia, que por estas horas tiene al país en una situación de gran tensión por el aumento de los contagios y las muertes por coronavirus.

La movilización tomó por sorpresa al gobierno y al régimen político, ya que fue convocada y organizada desde las redes sociales, generando una importante adhesión y participación, lo que demuestra el profundo descontento que existe en grandes sectores de las masas trabajadoras, víctimas de la crisis económica, agravada por la irrupción de la pandemia y la corrupción estructural de gobiernos, partidos políticos patronales e instituciones de un Estado que no destina los mínimos recursos para atender la salud, la vida y las necesidades más elementales.

Con consignas como “Fuera Marito”, las miles de personas movilizadas vienen a expresar un profundo descontento social por las condiciones de vida y de trabajo de enfermeras, médicos y personal de salud, que reclaman medidas urgentes, en medio de un agravamiento de la situación sanitaria, que coloca al sistema de salud al borde del colapso. A los reclamos y las protestas del personal de salud se suma la negativa de los docentes a retornar a las clases presenciales en cuadro como el que existe en el país.

Después de la movilización del viernes, el presidente le pidió a sus ministros la renuncia, una respuesta que busca frenar la movilización y retomar la iniciativa ante el descontento popular. Los partidos de oposición dentro del regimen político se han acomodado al humor social, respaldando de palabra las movilizaciones y apoyando la salida del gobierno, su juicio político u otras variantes.

La corrupción en los más altos estamentos del poder del Estado es una característica estructural para una burguesía que mantiene sus privilegios en base al acaparamiento de tierras, la expulsión de campesinos y pueblos originarios de sus tierras, el monocultivo de soja, el contrabando y hasta el narcotráfico, además de la dependencia orgánica del gobierno de Estados Unidos y sus experimentos represivos en América Latina.

La dirigencia política tradicional del país ha sido y sigue siendo la principal responsable de que un país productor de alimentos, de energía, con una gran riqueza natural, tenga a la gran mayoría del pueblo en la miseria, sin trabajo, con salarios de hambre, sin oportunidades para los jóvenes ni las mujeres, mientras unos pocos acaparan todas las riquezas y los privilegios. Es a esto que el pueblo movilizado le dice basta.

Es necesario que la movilización y la organización independiente se fortalezca, como lo vienen haciendo en el campo las organizaciones campesinas que luchan por recuperar la tierra mal habida de manos de los terratenientes y mafiosos que las acaparan con el aval del poder político y expulsan de sus tierras a las familias campesinas.

Advertimos que el Cartismo quiere quedarse con el poder como resultado de maniobras “institucionales”, colocando alguno de sus referentes que se encuentran en la línea sucesoria del presidente. Esta no sería ninguna salida favorable para el pueblo trabajador y campesino, sino al contrario; ese sector político responde a un sector de burguesía más reaccionaria y peligrosa para los intereses de los trabajadores del campo y la ciudad.

Desde el MPS, saludamos la movilización del pueblo, su coraje para enfrentar la represión de la policía y llamamos a organizarse de manera independiente para que los reclamos que ganaron visibilidad sean escuchados e imponer un plan de emergencia, que deberá contemplar las necesidades más urgentes: vacunación para todos, empezando por los trabajadores de la salud, fondos para los hospitales y centros de salud, atención a las necesidades de los sectores más castigados por la pobreza y el hambre, aumento de salarios, entre otras.

Para esto, hay que afectar las ganancias millonarias de terratenientes y capitalistas exportadores de enormes riquezas que salen del suelo y del trabajo de las y los paraguayos que trabajan diariamente. Hay que gravar con impuestos extraordinarios a las grandes fortunas.

Es necesario recuperar la soberanía nacional, entregada al imperialismo, los recursos naturales y sobre todo las tierras acaparadas ilegalmente por grandes empresarios, para ponerlas al servicio de miles de familias campesinas que podrían producir alimentos para el pueblo; el beneficio de la tierra y demás riquezas no puede ser acaparado para el monocultivo de soja.

La movilización que está en las calles reclamando “que se vayan todos” exige el planteo de una Asamblea Constituyente libre y soberana para el reordenamiento jurídico, político, económico y militar del país sobre nuevas bases, donde el derecho de las mayorías trabajadoras a la vida, a la salud, al trabajo, a la tierra, a los recursos naturales, esté por encima de las ganancias y el egoísmo de unos pocos.

Seguimos luchando para construir un país diferente, que no surgirá de los viejos partidos e instituciones sino del protagonismo y la lucha de las masas trabajadoras. Alentamos la organización y movilización independiente de las masas, con un programa de emergencia que atienda las necesidades urgentes, al mismo tiempo que plantee una salida transicional que le dispute el poder a los partidos de la burguesía desde los intereses de la clase trabajadora y sus organizaciones.

Para que se vayan todos, y que nuestra movilización no sea utilizada por ningún sector de las clases dominantes, hay que seguir desarrollando la fuerza, la unidad y la lucha unitaria de todo el pueblo.

*Publicado originalmente em https://www.facebook.com/1504150069906311/posts/2846442472343724/

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