En febrero, EEUU señaló a Venezuela como una amenaza regional ante la propagación del COVID-19. Pero una vez más se sorprendió: pasadas seis semanas, en Venezuela es donde los efectos del COVID-19 han sido mejor controlados.
En la etapa de ascenso de la revolución bolivariana el derecho a la salud pública y gratuita fue uno de los principales logros, paralizando la privatización adelantada por los gobiernos anteriores. La Misión Barrio Adentro llevó la atención ambulatoria directamente a las comunidades y se implantaron sistemas de distribución de medicinas a bajo costo, pero lamentablemente no se desarrolló una industria nacional. Una importante porción del presupuesto fue a la salud, pero la hizo dependiente del flujo petrolero y fue lo más afectado al caer el precio del petróleo y recrudecer el bloqueo de EEUU. Los fondos en el exterior usados para compra de medicinas y equipos fueron bloqueados o directamente confiscados. En la evidente crisis del sistema hospitalario justificaba el señalamiento de que Venezuela era el país peor preparado para enfrentar la pandemia.
La aplicación rigurosa y temprana de las recomendaciones de la OMS ha sido importante para alcanzar los resultados actuales, pero la clave es la profunda organización de comunidades y trabajadores lo que garantiza la producción y distribución de alimentos, cumplimiento de la cuarentena, atención de los casos, aplicación de pruebas gratuitas (casi 400 mil) y desinfección de las áreas urbanas. La fuerza social de la revolución, construida en años de resistencia al bloqueo, sabotaje interno, paros patronales y la guarimbas, es lo que ha logrado detener la pandemia, con un aislamiento físico que no detiene la movilización social. Seis semanas de efectiva cuarentena ha limitado la pandemia a 318 casos con 128 recuperados. Hay 10 muertes y el resto está en hospitales, clínicas privadas o en CDI1. Es importante destacar que un 65% de los casos son provenientes del exterior y un 30% producto de violaciones a la cuarentena.2
Recrudece el bloqueo
A pesar de la pandemia, el bloqueo contra Venezuela no cesa y se mantiene la prohibición a las empresas de comerciar con el estado venezolano bajo amenaza de sanciones. 342 millones de dólares bloqueados en bancos norteamericanos fueron transferidos a la Reserva Federal de EEUU como respuesta a la solicitud de Venezuela a la OMS de usar ese dinero para la adquirir insumos médicos. El plan trazado por el Departamento de Estado (EEUU) a finales de 2019 sigue su curso. La prohibición de venta a Venezuela de componentes para la fabricación de derivados petroleros paralizó principalmente a las refinerías y la producción de combustibles (gasolina y diesel) cayó antes del inicio de la cuarentena a un 90% afectando la distribución que es totalmente vehicular.
Pero el plan, tras una gira internacional previa de Guaidó para concertar acciones, marcó la fecha del 10 de marzo como inicio de la movilización “para poner fin a la dictadura” y fue un desastre. Apenas tres mil personas congregó Guaidó en una plaza del este de Caracas, mientras cincuenta mil personas marchaban en defensa de la revolución. Sólo el gobierno brasileño cumplió su parte del plan anunciando ese día el retiro de sus diplomáticos en Venezuela. Pero la derrota, tres días antes iniciarse la cuarentena, no detuvo el plan imperial. A la semana el fiscal de EEUU acusaba a miembros del gobierno, incluido Maduro, de narcotraficante ofreciendo recompensas por su captura. Luego Trump anuncia el despliegue de una flota en el Caribe “para control del narcotráfico” y el Departamento de Estado anunciaba una “propuesta de transición” para instalar un gobierno de emergencia (sin Guaidó ni Maduro), apoyada por 22 países del concierto internacional que contra Venezuela dirige EEUU.
Aunque no se ha concretado el anuncio de Trump, al parecer por diferencias sobre la política militar hacia Venezuela y limitaciones en la flota afectada por el COVID 19, ha servido para amedrentar a las navieras que temen embarcar hacia Venezuela y quedar atrapados por un bloqueo marítimo. El anuncio de Francia, Reino Unido y Holanda de enviar buques al Caribe “para enfrentar la pandemia” apuntan a un posible embargo marítimo contra Venezuela cuyas rutas comerciales cruzan límites3 con esos países.
Retorno de la migración
Un aspecto crítico del control de la pandemia ha sido el retorno de la migración. En medio de la crisis económica provocada por el bloqueo, hubo campaña promoviendo la migración de venezolanos en busca de un mejor nivel de vida. La propaganda dirigida a la juventud profesional y técnica, con ofertas de empleo y visas para salir del país, también captó sectores pobres. De la migración venezolana, calculada por la ONU en un poco más de 2 millones y medio, más de un 80% salió después del 2015. La mayoría pasaron a ser trabajadores tercerizados o informales. Ciertamente mejoraron sus ingresos, pero sacrificaron la protección social y legal que les otorgaba la avanzada legislación laboral venezolana. Para la canalla mediática eran “refugiados que huían de la dictadura comunista” cuando realmente salían de un país asediado, devastado económicamente y amenazado de invasión. Artistas de cine, cantantes, figuras internacionales aupaban la diáspora y hasta la ACNUR se prestó para el show.
La pandemia cambió todo. Venezolanos migrantes, víctimas de la precarización del empleo, sopesan cada día los beneficios de protección social y legal, el derecho a la educación y salud gratuita, que vivieron en Venezuela contra un mejor ingreso, pero irregular y con jornadas de trabajo sin límites. La cuarentena impuesta por el COVID 19 afecto al empleo tercerizado e informal. La ausencia de ingreso le impidió pagar alquileres y servicios siendo desalojados de viviendas o quedando sin servicios. La amenaza del COVID 19 podía exigir servicios de salud al que no tenía acceso. Así miles de venezolanos iniciaron su retorno por cualquier medio a Venezuela. El masivo retorno echó por tierra la campaña imperialista que dijo que huían de la dictadura ocultando el drama económico que impuso el bloqueo. Ya no hay artistas, ni prensa ni ACNUR en la frontera venezolana, sólo médicos y voluntarios que chequean los miles de migrantes para impedir que la pandemia ingrese entre ellos. Centros de atención médica y de aislamiento, se montan a toda prisa para atender una población que puede superar el medio millón en los próximos días. Hay migrantes que han viajado más de un mes para volver a Venezuela, muchos casos han llegado a Venezuela entre los migrantes. La realidad es que hay países como España donde han muerto más venezolanos por COVID 19 que en Venezuela.
Es primordial derrotar la guerra económica
El éxito controlando la pandemia y derrotando las acciones del imperialismo en el terreno político, incluso militar, no se han dado en el terreno económico. La burguesía mantiene la ofensiva en la guerra económica y un ataque a la moneda que impone la dolarización. Los logros de la revolución se desmoronan en medio del caos económico. El ingreso por familia, que la revolución colocó como el más alto de la región ha caído estrepitosamente siendo ahora el más bajo del continente. El bloqueo ha limitado la capacidad económica del estado, pero también el gobierno ha carecido de un plan coherente, de políticas efectivas para enfrentar una agresión económica cuya agenda la marca la burguesía nacional e internacional. El reflujo en la revolución se manifiesta en el sentimiento de la gente que confía en que se derrotará el corona virus, pero el gobierno no le ganara al “corona dólar”.
Lo que está en juego es destino de la revolución: o luchamos por la construcción del socialismo o sucumbimos a la guerra económica. No puede haber medidas, a veces neoliberales, para intentar reanimar al comercio capitalista, mientras la población reduce su nivel de vida. Que el costo de los servicios, incluyendo vivienda y combustible, sea menor a un dólar mensual, que haya distribución de alimentos básicos, que exista salud y educación gratuita, son logros que hay que defender, pero es insuficiente cuando el bajo ingreso no permite cubrir necesidades por fuera de los programas sociales. Un botellón de agua potable (20 lts) cuesta 50 veces más que un tanque de gasolina, el costo de un kilo de queso financia más de un año de electricidad, agua y gas. Es esa la realidad que hay que derrotar.
En seis semanas de cuarentena el dólar paralelo, que marca los precios del comercio especulador, se devaluó en un 131% e impuso una inflación cercana al 200% que supone una disminución del ingreso a una tercera parte. El comercio y los monopolios privados de distribución sacan ganancia a la cuarentena. Mientras exista capitalismo, mientras exista propiedad privada sobre los medios de producción y distribución, el bajo ingreso de la población no sostiene la lucha por el socialismo, sino que financia las ganancias capitalistas. La economía no se recupera con anaqueles llenos de mercancías que la población no puede adquirir. Las protestas en Cumanacoa y Upata, que destruyeron y saquearon los comercios especuladores son una alerta. La revolución es la movilización popular, y en el terreno económico no es distinto a la pandemia. La convicción de que “con el pueblo todo, sin el pueblo nada” acompañó las decisiones importantes de la revolución, hoy debe ser igual.
La consigna de “primero la vida” dio lugar a la movilización social que ha controlado al COVID 19. Esa también es la premisa para enfrentar la guerra económica. La vida va primero que la ganancia. Si la organización de las comunidades y los trabajadores ha garantizado la lucha contra la pandemia, esa misma fuerza puede derrotar la guerra económica. Hace falta un plan, con acciones a corto, mediano y largo plazo para derrotar la guerra económica construyendo las bases de la economía socialista.
El 1ro de mayo del 2003 fue la fecha en que Chávez anunció la derrota definitiva del paro patronal y sabotaje gerencial petrolero anunciando medidas económicas y políticas para consolidar el triunfo. Cada 1ro de mayo, marcó nuevos e importantes logros incluyendo en el 2012 la promulgación de la Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras (LOTTT). Este 1ro de mayo nos encuentra en una necesaria cuarentena, pero también es propicio para tomar medidas que marquen el camino para enfrentar la guerra económica. Es necesario un plan de lucha y de acciones que contemplen, entre otras acciones:
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RECUPERAR EL SALARIO MINIMO Y EL SALARIO INTEGRAL. Decretar un salario mínimo que supere el costo de los bienes de la cesta básica que no cubren los CLAP con ajustes mensuales conforme se incremente los precios. Todo ingreso que reciba el trabajador debe ser considerado parte del salario a efecto del cálculo de los beneficios legales.
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PROTECCION AL AHORRO. Los depósitos del trabajador por prestaciones sociales y de cajas de ahorro deben ir a un solo fondo donde están respaldados por oro mientras persista el ataque a la moneda.
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MORATORIA DE TODA DEUDA. Aunque Venezuela evitó al FMI y al Banco Mundial, el bloqueo económico obligó al país e emitir bonos y obtener créditos con altos intereses impuestos por las calificadoras de riesgo. Esto significado una deuda agobiante, en particular para PDVSA, que junto a la caída de los ingresos afecta al país. Sólo se debe pagar deudas por provisión de alimentos, medicinas e insumos industriales de aquellos países y empresas que no se hayan sumado al bloqueo. Toda otra deuda debe ser colocada en mora indefinida.
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CONTROL OBRERO Y COMUNAL DE LA PRODUCCION Y LA DISTRIBUCION. La empresa privada y la burocracia gerencial de las empresas públicas dedicadas a la fabricación de productos esenciales deben ser puestos bajo vigilancia de las organizaciones de trabajadores para garantizar el plan de producción previsto de acuerdo a los insumos. Durante la cuarentena y mientras dure el plan de emergencia, todos los sistemas de distribución pasan a servicio del estado eliminando las intermediaciones para llevar los bienes directamente de los centros de producción al comercio local, bajo una planificación centralizada. SUNDEE y SUNAGRO4 deben pasar bajo control directo de las comunidades y los trabajadores para la planificación centralizada de la distribución.
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ESTATIZACION DE LA BANCA Y DEL COMERCIO EXTERIOR. Las transacciones financieras deban pasar al estado, en particular las transacciones en dólares desde y hacia Venezuela. Combatir la especulación y la dolarización forzosa con medidas de guerra, incluso permitiendo la libre impresión de dólares para flaquear la divisa norteamericana. Toda importación debe ser realizada por el estado y entregada a la industria y al comercio. Tasas arancelarias de 100% a los bienes suntuarios.
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PLAN DE INDUSTRIALIZACION. Los bienes de la cesta básica y los insumos de la salud deben ser fabricados en el país. Recuperar la capacidad de producción agrícola de las empresas estatizadas y la producción agrícola privilegiando la producción colectiva sobre el latifundio y los conucos individuales. En las alianzas con el sector privado el destino de la producción lo determina el estado bajo planificación centralizada y en cada rubro al menos 60% de la producción debe ser de propiedad comunal o estatal. No se negocia con quien te quiere destruir.
Solo así derrotaremos la guerra económica y haremos realidad la consigna que nuestro pueblo entona diariamente en la lucha contra la agresión imperialista: “Chávez vive, la lucha sigue; independencia y patria socialista, ¡viviremos y venceremos!!!”
1 Centro de Diagnóstico Integral (CDI) son unidades de atención ambulatoria en las comunidades. Actualmente, alrededor de un CDI están organizadas varias comunidades (cuadrante) que establecen los planes de control de la pandemia para el sector.
2 Dos fiestas de clase media con personas contaminadas – altos gerentes del grupo Polar que viajaron a España contaminado el equipo de seguridad y una academia de béisbol que siguió funcionando con scout de equipos norteamericanos contaminados – generaron 97 de los 318 casos comprobados.
3 Venezuela tiene un extenso mar territorial, casi equivalente a la extensión terrestre, donde tiene fronteras marítimas con 10 países (Colombia, República Dominicana, Antigua, Dominica, Granada, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucia, San Vicente y las granadinas, Trinidad y Tobago, Guyana) pero también con territorios de ultramar de EEUU (Puerto Rico, Islas Vírgenes), Reino Unido (Anguilla, Islas Vírgenes Británicas) Francia (Guadalupe, Martinica) y Holanda (Aruba, Curazao), que son cruzadas por la rutas comerciales. (ver Mapa)
4 La Superintendencia Nacional de Defensa de los Derechos Socioeconómicos (SUNDDE) es el organismo encargado de la aplicación de la Ley de Precios Justos. El Sistema Nacional de Gestión Agroalimentaria (SUNAGRO) es el organismo encargado de la vigilar la producción y distribución de alimentos.
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