Finalmente, se terminaron las simulaciones y el Gobierno firmó la capitulación ante el FMI, comprometiéndose a un ajuste que la clase trabajadora y el pueblo pobre ya vienen sufriendo recurrentemente y que seguirán sufriendo para beneficio de una minoría de especuladores capitalistas.
Se presenta como un “acuerdo” cuando en realidad es una imposición que el Gobierno acepta, lesionando gravemente la soberanía nacional y colocando al país en un estatus semi colonial, en el cual el FMI maneja la política económica, largamente padecida por los pueblos de América Latina y de Argentina.
Las cámaras empresarias alineadas con la agenda del FMI y los políticos patronales aplauden los anuncios, y sus medios difunden la suba de bonos argentinos en los mercados financieros, así como la “baja del riesgo país”, clima al que también se suman los voceros oficiales y oficiosos que intentan justificar tamaña capitulación ante el imperialismo, incluyendo, por supuesto, a la burocracia sindical y de los movimientos sociales oficialistas.
Con este pacto, en vez de investigar la naturaleza fraudulenta de esta deuda y, en función de ello, adoptar medidas soberanas —empezando por la suspensión del pago—,el Gobierno de Alberto Fernández legitima el robo orquestado por Macri y sus funcionarios a través de la fuga de capitales. Es más que una ruptura del “contrato electoral” con sus votantes, que son las víctimas de la deuda externa fraudulenta e ilegítima.
El plan del fondo monetario establece que se debe aplicar un aumento de tarifas, así como “reducir el déficit fiscal” —menos “gasto” social— y la limitación de la emisión monetaria, entre otras, que forman parte de las recetas clásicas, ortodoxas y confiscatorias del país y su población trabajadora. Además, una misión del FMI revisará las “cuentas” ¡cada 3 meses!
Entre los defensores del mal llamado “acuerdo”, se dice que el Gobierno argentino se habría puesto “duro” en no permitir una nueva “reforma previsional o laboral”. La verdad es que al recorte aplicado por Macri a las jubilaciones desde diciembre de 2017 se sumó el “desenganche” que hizo el Gobierno de Alberto Fernández del salario de los jubilados respecto a la inflación en 2019 ni bien asumió, transformando el derecho y beneficio jubilatorio en una condena a la miseria.
Respecto a la reforma laboral, los capitalistas vienen avanzando de facto en varios aspectos y sectores, imponiendo una mayor precarización del trabajo con la venia del Ministerio de Trabajo y con la complicidad de las burocracias sindicales traidoras, que entregan los convenios y aprueban otros a la medida de los intereses patronales.
Tampoco faltan quienes dicen que si no se firmaba este acuerdo la situación sería peor para el país y para las clases populares, como si el precio pagado hasta el momento con récord de pobreza, desocupación, hambre, destrucción de la salud y la educación públicas y la imposición de un modelo extractivista que está envenenando y contaminando la naturaleza no fueran suficientes.
La única “política de Estado” que tiene continuidad desde la dictadura militar, pasando por todos los Gobiernos democrático-burgueses, hasta el presente, ha sido “honrar la deuda” al FMI —sin investigar su naturaleza ni reparar en los fallos judiciales que sentaron precedentes— revelando la sumisión total al imperialismo y su impotencia para defender los intereses de la clase trabajadora, el pueblo pobre y del país, víctimas predilectas de la deuda odiosa.
Es necesario defender los intereses colectivos con la lucha unitaria y la movilización más amplia, porque el pan, el techo, el salario, los derechos y conquistas están amenazadas bajo el plan del FMI, por más que se diga lo contrario para seguir justificar un nuevo acto de sumisión al capital financiero.
Opinión Socialista forma parte desde su origen la Autoconvocatoria por la Suspensión del Pago e Investigación de la Deuda Externa, que encabezan Norita Cortiñas y Adolfo Pérez Esquivel e integran decenas de organizaciones de diversas extracciones, promoviendo numerosas iniciativas para llegar a las amplias masas trabajadoras. Como parte de este espacio participaremos de la nueva convocatoria realizada por el FIT-U y otras organizaciones en Parque Lezama el lunes 31 próximo, para plantear que es necesario promover la mayor unidad de acción para movilizar masivamente contra este acuerdo tomado de espaldas al pueblo, contra sus intereses fundamentales.
Llamamos a todas las organizaciones obreras, populares, juveniles, de mujeres, ambientalistas y otras, a promover la mayor movilización unitaria, en particular el día que el “acuerdo” se trate en el Congreso Nacional, denunciando y repudiando este nuevo acuerdo ignominioso.
¡Porque la deuda es con el pueblo y la naturaleza!
¡Fuera el FMI!
Opinión Socialista
29 de enero de 2022
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