La anunciada intervención y expropiación del grupo empresario Vicentín fue percibida por amplios sectores como un acto de reparación y justicia ante una estafa cometida por estos empresarios contra las finanzas del Estado, con la complicidad de funcionarios de primera línea y con un amplio perjuicio sobre trabajadorxs y proveedores de la empresa.
Los trabajadores aceiteros y muchas otras organizaciones sociales se pronunciaron en apoyo de la medida, porque serviría para garantizar la continuidad laboral, permitir el acceso a divisas por parte del Estado, intervenir para regular un mercado estratégico y millonario como el de la exportación de alimentos.
Pero el anuncio, como era de esperarse, no solo cosechó apoyos. De inmediato comenzó a operar el lobby capitalista, a través de sus agentes mediáticos más reaccionarios, agitando el fantasma del “comunismo”, promoviendo cacerolazos y acciones para evitar el camino “chavista”…
En Avellaneda, Santa Fe, una movilización convocada por los representantes políticos de Vicentín fue levantada por los voceros mediáticos de todas las patronales, que salieron a posicionarse contra la intervención y posterior expropiación de la empresa.
El gobernador Perotti, con el apoyo de todo el PJ y el PRO santafesinos, salió corriendo a Buenos Aires para “salvar” a la empresa, mientras ignora la situación de miles de trabajadores y trabajadoras, ocupadxs y desocupadxs, de la provincia desde hace meses. Así, demuestran claramente cuáles son los intereses que privilegian los partidos patronales.
¿Expropiación o Salvataje?
La expropiación por razones de utilidad pública, está prevista en el artículo 16 de la Constitución burguesa, y contempla la previa indemnización en caso de ser necesaria. Las llamadas expropiaciones pueden terminar siendo formas de salvataje a grupos capitalistas en crisis con el Estado haciéndose cargo de las deudas y rescatando las ganancias patronales. En el caso Vicentín hay denuncia por el escandaloso fraude cometido contra el Banco Nación, con la complicidad del gobierno macrista que le otorgó ingentes sumas en créditos, que la empresa fugó, preparando una quiebra fraudulenta.
Inicialmente el Gobierno anunció la expropiación. A renglón seguido, ante el embate de los grupos concentrados y sus voceros políticos y mediáticos se reunió con el CEO de Vicentín para asegurarles que estaban dispuestos a “negociar”, y que el proyecto de ley de expropiación no sería enviado hasta tanto no finalicen esas “negociaciones”…
Está abierta la posibilidad de que el gobierno termine cediendo, como lo hizo con el (de por sí insuficiente) impuesto a las grandes fortunas, la centralización en un único sistema de toda la salud, o la prohibición de despidos, que los capitalistas pisotean diariamente.
Desde Opinión Socialista nos pronunciamos por una verdadera EXPROPIACIÓN, que necesariamente debe ser sin pago alguno a la patronal negrera y estafadora que deberá responder con todos sus bienes (aceiteras, frigoríficos, puertos, instalaciones) por la estafa cometida sin perjuicio de iniciar las acciones penales correspondientes.
Nos pronunciamos por una empresa estatal controlada por los trabajadores y en contra de su absorción por YPF (de capital mixto) que habilite nuevos negociados con empresarios.
La expropiación de Vicentin es una necesidad imperiosa para un país en crisis, con hambre y necesidad de alimentos y divisas. Debería ser el primer paso de un conjunto de medidas planificadas en función del momento excepcional que atravesamos con la Pandemia, que actualizó la vigencia de medidas extraordinarias como la unificación en un Sistema Único Estatal y Gratuito de Salud, la universalización de un IFE igual a la canasta familiar, obteniendo los recursos con un impuesto Progresivo a la Riqueza, la Suspensión e Investigación del Pago de la Deuda y la expropiación y la nacionalización de los recursos naturales, entre otras medidas básicas.
Llamamos a los trabajadores, en particular al combativo gremio Aceitero a pronunciarnos juntos por la Expropiación sin Pago de Vicentin y a la creación de una empresa estatal controlada por sus trabajadores.
Opinión Socialista, 11-06-20
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