Propuesta ante las próximas elecciones argentinas

Opinión Socialista, Buenos Aires (Ar)

*Serão 24 cadeiras renovadas na Câmara dos Deputados e metade dos cargos em conselhos deliberativos de 26 municípios e de 31 comissões municipais. As eleições prévias serão realizadas no dia 12 de setembro, chamadas Primárias Abertas, Simultâneas e Obrigatórias (PASO), e são um importante termômetro eleitoral que antecede as eleições, que acontecerão no dia 14 de novembro. (Fonte: Brasil de Fato)

Que el FIT-U y la izquierda pongan su legalidad al servicio de un frente de unidad de las y los luchadores encabezado por Nora Cortiñas 

En 2019, después de luchar durante cuatro años contra la política antiobrera y entreguista del Gobierno de Macri y “Juntos por el Cambio”, un sector mayoritario de lxs trabajadores y el pueblo depositó su voto en el “Frente de Todos” de Alberto y Cristina, esperando que las cosas mejoraran para lxs de abajo.

Transcurridos 2 años, la dura realidad agravada por la pandemia muestra lo contrario.

Una política sanitaria que coloca al país entre los primeros en porcentajes de contagiados y fallecidos.

Continuidad de la política de Estado de los últimos cuarenta años de pagar y negociar sin investigar el origen fraudulento de la deuda externa.

Apertura total de las actividades económicas al servicio de lxs patrones nacionales y extranjeros.

Deterioro de las condiciones de vida y trabajo, bajos salarios, aumento de la desocupación y la miseria, y la represión como respuesta cuando los reclamos se profundizan, como con las familias de Guernica o con lxs trabajadores de los frigoríficos que luchan contra los despidos y abusos patronales.

Sin embargo, desde abajo surge la respuesta en los crecientes reclamos populares y no hay sector que no esté o haya estado movilizado o en conflicto. Como lxs trabajadores de la salud de todo el país que llegaron a su punto más alto en Neuquén. O lxs docentes que se plantaron ante la presencialidad criminal de Larreta y Kicillof, y lograron doblarle el brazo al gobernador de la provincia en abril pasado e imponer nuevamente la enseñanza virtual. También lxs obreros de Bimbo, lxs tercerizados del ferrocarril, lxs de Edesur, lxs de Just y tantos otrxs que libran luchas en defensa del trabajo y los derechos.

Las luchas y reclamos contra los despidos, por aumentos de salario y mejores condiciones de trabajo recorren el país a pesar de los temores a la pandemia. Así ocurrió con lxs trabajadores de la Algodonera Avellaneda y de los frigoríficos Penta y Arrebeef, con lxs vitivinícolas y lxs metalúrgicos de Tenaris, con lxs aceiteros y su triunfante huelga de diciembre, y con las movilizaciones de lxs choferes, ferroviarios, trabajadores del subterráneo y tantos otros.

También, continúa la pelea de las mujeres y diversidades por la aplicación de la IVE en todo el país, así como los reclamos de tierra y techo (entre ellos lxs desalojadxs de Guernica), los reclamos de justicia de las víctimas de gatillo fácil y violencia institucional, y el reclamo de la apertura de los archivos de la dictadura para hacer justicia con los genocidas. Y no se puede dejar de mencionar las imponentes manifestaciones de las organizaciones sociales en las calles de CABA. 

Si todas estas luchas no se han unificado y potenciado en una huelga general, o por lo menos en un paro nacional, es por el rol traidor de la dirigencia sindical tradicional de la CGT y las CTA que sabotea los conflictos y la resistencia llegando a cogobernar en numerosas provincias.

Las luchas en todo el país reflejan el potencial de una Argentina que no se somete al saqueo capitalista, a la explotación, a la miseria creciente, al expolio de los recursos naturales y a la entrega de lxs políticos al servicio de la clase dominante. Esas demandas populares y los procesos de lucha de la clase trabajadora deben tener una expresión UNITARIA, AMPLIA Y COMBATIVA en el terreno electoral; muy necesaria en momentos en que millones están desencantados con las falsas promesas del Frente de Todos y la dura experiencia con Juntos por el Cambio.

Proponemos que los partidos de la izquierda pongan su personería al servicio de una propuesta unitaria, que exprese los procesos de lucha y levante estas banderas. Una candidatura como la de Nora Cortiñas, encabezando la lista de provincia de Buenos Aires, con su extraordinaria trayectoria de lucha por los derechos humanos, su solidaridad con todas las causas justas y como referente activa de la Autoconvocatoria por la Suspensión del Pago e Investigación de la Deuda, generaría mínimamente una gran atracción como alternativa en el terreno electoral. 

Una unidad así encarada podría incluir a una franja amplia de referentes y referentas de todo el país y de diversos sectores, como Nina Brugo y otras militantes históricas de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto; Cristina Castro, mamá de Facundo; Sergio Maldonado o Alberto Santillán; Alejandro Crespo, José Meniño y otros compañeros del SUTNA; López del Sindicato Ceramista de Neuquén; Pedro Cormack de ADOSAC; Ana María Rodríguez o Elisa Salgado de SUTEBA Marcos Paz y Tigre; delegados clasistas de la Línea 60 como Néstor Marcolín; Carlos Zerrizuela del frigorífico Rioplatense; Sonia Zanel de Algodonera Avellaneda; o referentes como Maxi Areco de Linde, así como organizaciones ambientalistas que se vienen destacando en la resistencia al extractivismo. Esta política tiene validez en todo el país y reforzaría a lxs dirigentes más reconocidos de la izquierda como Romina del Pla, Myriam Bregman, Juan Carlos Giordano, Celeste Fierro, Jorge Altamira o Manuela Castañeira.

Vemos con preocupación que no se pueda arribar a un acuerdo unitario como reclama la coyuntura. Sería un grave error y una mezquindad no ponerse de acuerdo en un frente de unidad amplio y unitario que exprese al conjunto del proceso de lucha y resistencia de nuestro pueblo. No se puede caer en la trampa del régimen de usar las PASO para desangrarse entre luchadores, profundizando en la división cuando la necesidad es la unidad contra lxs enemigos de clase. 

La táctica debería consistir en utilizar los mecanismos del régimen para desnudarlo ante las masas trabajadoras y no para dirimir las diferencias entre las corrientes. 

Está planteado que millones de trabajadoras y trabajadores que se han desilusionado con los partidos del régimen tomen en cuenta una propuesta electoral que exprese los reclamos que surgen en cada lucha, piquete o movilización. Por eso, hay que fortalecer ese proceso de cambio que se está produciendo desde abajo y que tendrá su mayor expresión en las calles.

Una campaña militante, unitaria, basada en un programa de emergencia sanitaria y económica, como reclama la situación, tiene condiciones de llegar a millones de hogares de trabajadoras y trabajadores, preparando las condiciones para los enfrentamientos de clase que continuarán después de las elecciones.

Los cambios de fondo que hacen falta, por los que luchamos, no vendrán de las elecciones sino de la movilización y la organización independiente de las masas. Utilicemos las elecciones como un escenario para ayudar a preparar las condiciones que hagan posibles las transformaciones emancipadoras y revolucionarias que hacen falta para que el pan, el trabajo, la vivienda, la salud y la educación sean derechos garantizados y no  papel mojado para la inmensa mayoría de la sociedad.