En Chile, ya hace cuatro meses y días que se abrió un proceso social de lucha y revolución social, que abrió las puertas a un proceso de cambios y transformaciones profundas en el modelo económico neoliberal, social, político y cultural, de tal magnitud que hoy entramos en tierra derecha de un proceso constituyente, en que, por primera vez en la historia política de este país, es posible, que los pueblos que habitamos este territorio elijamos a nuestras y nuestros constituyentes.
Así es, a partir del 18 de octubre de 2019, en que Chile exploto en un estallido social en que millones de chilenos salieron a las calles a exigir cambios en Educación, Salud, Transportes, Seguridad Social, Pensiones, Transportes, Vivienda y dignidad, todo lo que le fue negado por treinta años de seudo democracia, y de allí el dicho popular, “no fueron treinta pesos,(subida de precio de metro) fueron treinta años de injusticia”, es que la crisis político institucional, asemeja a este proceso con la caída de la Unidad Popular en el año 1973, por el Golpe de Estado de Pinochet, de allí, que hoy escuchamos en las calles, en los estadios, en los festivales, en los carnavales populares, “PIÑERA CONCHE TU MADRE; ASESINO IGUAL QUE PINOCHET”.
En todos estos meses, luego de las multitudinarias manifestaciones populares y revueltas, con características insurreccionales, incendios de grandes tiendas del Retail, Estaciones de Combustibles y Metro, Bancos, AFP y Edificios gubernamentales, por las alturas y luego de fracasar la política de la represión y el estado de emergencia con militares en la calle, se busca la salida democrático burguesa, firmando un acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución con fecha 15 de noviembre de 2019. Frente a la inestabilidad del Gobierno y de la Democracia, a los ruidos de sables, (Golpe de Estado), y la inminente represión y masacre del pueblo movilizado, situación de inestabilidad absoluta de la situación política del país, en un lapso de 48 horas, los partidos políticos con representación parlamentaria entre gallos y medianoche, llegan a este “ACUERDO”, en que se intenta detener la revolución social iniciada por los estudiantes ese 18 O, y asumida por el pueblo en su conjunto, con la entrega de la Constitución de la Dictadura, que aun se encuentra vigente y que es la que permite y sostiene el modelo neoliberal, mediante un plebiscito de entrada, que permite decidir soberanamente al pueblo de Chile, si se “APRUEBA O RECHAZA, INICIAR UN PROCESO DE REDACCION DE UNA NUEVA CONSTITUCION PARA CHILE”.
Y nos encontramos con que se nos vino Marzo y Marzo en Chile, significa siempre un mes complicado para las familias, pues se terminan las vacaciones y se vienen muchos gastos, por el ingreso de los niños y jóvenes a los colegios y universidades, pago de matrículas y compra de uniformes, e útiles escolares, además el pago de los permisos de circulación de los vehículos o automóviles, impuesto por tener y poseer un automóvil. Pero, la sabiduría popular, realizando una similitud con aquello, este año ha denominado que “se le viene Marzo al Gobierno”.
Así ha sido, desde el uno de marzo, las manifestaciones que habían perdido masividad, mas no, continuidad y radicalidad, han recrudecido, ha comenzado aumentar el número de manifestantes, han vuelto las evasiones al metro, han organizado un calendario de movilizaciones y manifestaciones durante todo el mes de marzo, lo que se viene en chile, puede ser mayor a lo de octubre, ello depende de las organizaciones sociales, políticas y sindicales, que por un parte convoquen efectivamente a una Huelga General, pronto y por otra apoyen desde ya las manifestaciones llamadas, como lo será este Domingo 8 de marzo, en que la Coordinadora Nacional 8M, ha organizado a las mujeres a nivel nacional, para una marcha multitudinaria, la apuesta es que sea la mayor marcha ocurrida en el país en los últimos años y eso significa millones en las calles de Chile.
Junto a ello, sigue su curso el proceso constituyente, ya tenemos fecha del plebiscito 26 de abril de 2020, vamos por derrotar a la Constitución de Pinochet, con un APRUEBO, mayoritario en las urnas, los millones de habitantes de este territorio de sus diversos pueblos, también deben concurrir a las urnas a expresar que queremos una nueva constitución, sin dejar la calle y la movilización, también debemos derrotar a la burguesía en las urnas.-
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