Seguem as mobilizações populares, em Honduras, pelo fora JOH, presidente golpista e neoliberal. Para entendermos melhor a situação em Honduras, o Esquerda Online publica um recente artigo do marxista hondurenho Tomas Andino sobre a situação deste país e a tarefas da oposição e da esquerda.
La llamada “oposición” en Honduras, da pena decirlo, anda más perdida que una cabra: Tienen en sus manos una OPORTUNIDAD de ORO para emprender una lucha a fondo que podría dar al traste con el régimen juanorlandista, pero la echan a perder con los argumentos más sonsos, incoherentes y sospechosos.
Sabemos por sentido común político que, para echar a este régimen, como a cualquier régimen opresor, son necesarios los siguientes factores claves: 1) Que el régimen este en su momento de mayor debilidad política, 2) que el Pueblo en abrumadora mayoría quiera la salida del régimen y esté dispuesto a movilizarse para ello de manera masiva, 3) que las organizaciones de la oposición estén fortalecidas mediante su unidad y estén dispuestas a dar la pelea, y, 4) que estas cuenten con una alternativa de poder para sustituirlo. Los primeros dos factores no dependen de lo que quiera o haga la oposición, en cambio, los dos últimos sí.
EL REGIMEN NO PUEDE SOSTENERSE Y EL PUEBLO QUE LO QUIERE ECHAR
Sobre los dos primeros factores estamos bien. Hoy día vivimos el momento de mayor debilidad política del régimen que surgió del Golpe de Estado de 2009. En diez años que lleva gobernando, no había estado en una situación de mayor descredito, nacional e internacional, hundido hasta el tuétano por gigantescos escándalos de corrupción y asediado desde el mismo imperio de donde se ha nutrido su poder por su pertenencia a mafias del crimen organizado.
Esta especial coyuntura ocurre porque, por primera vez en mucho tiempo, en Estados Unidos los poderes políticos de ese país se han dividido en torno a Honduras: por un lado, Trump quiere mantener a JOH porque lo necesita para sus jugadas geopolíticas, mientras que los demócratas quieren cambiarlo, para lo cual instrumentan los juicios de New York, que tienen una clara dedicatoria a cuestionar a JOH por motivo de su condición de narcoestado.
A medida que pasa el tiempo, la balanza se está inclinando cada vez más a favor de quienes en Estados Unidos quieren la salida de JOH, tanto desde el Congreso como desde el poder judicial gringo, lo cual explica el desdén con el que Nanci Pelosi, Presidenta de la Cámara de Representantes, trato a JOH en su reciente visita a Honduras, y por qué la Fiscalía de New York y el Departamento de Justicia de Estados Unidos lo tienen en la mira en los juzgados de aquel país. Lo único que lo sostiene en el poder, es el apoyo de su padrino principal, Donald Trump, pero este último enfrenta la inminencia de un juicio político en su propio país, a manos precisamente de Pelosi, Presidenta del Congreso gringo, por lo que tarde o temprano es previsible que Trump le quite el apoyo a JOH, para no complicar más su situación por respaldar a un narco gobierno.
Los demócratas, como Norma Torres, no quitan el dedo sobre el renglón y siguen atentamente la pista al caso de Tony Hernández. Lo que menos le conviene a Trump es embarrarse más de lo que ya está por defender a JOH y a las mafias de narcos de Centroamérica (véase las críticas de la congresista Norma Torres) (1). Total, JOH es desechable, porque ya hizo todo lo que le pidió: abrió la Oficina de negocios de Honduras en Jerusalén, hace contención de los migrantes en las fronteras y firmo el Convenio de Tercer País más seguro, autorizo el ingreso de tropas norteamericanas e israelíes a nuestro territorio, firmo el convenio recién firmado con el FMI, y así un largo etcétera.
El segundo factor también está presente, aunque con altos y bajos. El repudio al juanorlandismo es abrumador en la población, incluso en el Partido de gobierno, debido al “destape” de la podredumbre que se ha logrado en los últimos años. Este repudio no solo se expresa a nivel electoral, sino en los eventos públicos, en las redes sociales y también se ha expresado en forma de movilización de masas intermitente, al punto que, en algunos momentos pico, ha llegado a paralizar el país, exigiendo su salida. Los altos y bajos tienen que ver principalmente con la actitud de las fuerzas de oposición, como veremos a continuación.
El tercer factor es la fortaleza de la oposición… Y, bueno, aquí comienzan nuestros problemas.
Empecemos por reconocer que la “oposición” hondureña tiene diversas expresiones y no es una sola. La oposición que ha declarado querer echar al gobierno es partidaria y social. La oposición partidaria tiene dos vertientes: 1) el Partido LIBRE oficial, dirigido por Manuel Zelaya; y 2) la Plataforma Ciudadana por Honduras. La oposición social tiene dos expresiones principales: 1) la Plataforma de Defensa de la Salud y Educación, dirigida por la Dra. Suyapa Figueroa, y, 2) la Convergencia contra el Continuismo seguida por varias otras expresiones populares.
¿Qué posición tienen cada una de ellas? Todas dicen querer sacar a JOH, pero hay diferencias manifiestas en los plazos, los métodos de lucha y las propuestas alternativas de gobierno. Inicio aquí un análisis en dos partes, sobre cada uno de estos actores políticos claves.
LIBRE: CALCULO DESMOVILIZADOR Y SUICIDIO ELECTORAL PARA 2021
El Partido LIBRE es el mayor partido de oposición y con la mayor capacidad de movilización partidaria en el país. Hasta antes del juicio de Tony Hernández dicho partido apostaba a pie juntillas en sacar a JOH en las elecciones de 2021, y por eso no ha mostrado interés en convocar o participar en ningún proceso de levantamiento popular que lo saque de esa agenda. Los ejemplos sobran y no volveré sobre lo que ya he escrito en otros artículos. Pero después de iniciado el juicio, parece haber cambios.
Recientemente, el Coordinador General de LIBRE declaro que “si Tony es declarado culpable”, entonces: “se debe sacar a Juan Hernández del poder y adelantar las elecciones” (2) Eso significa esperar que termine el juicio y hasta entonces, dependiendo de su resultado, LIBRE convocaría a luchar para sacar a JOH en elecciones al corto plazo, o esperaría hasta 2021. En otra entrevista, cuando el periodista le pregunta a Carlos Eduardo Reina, qué pasaría si no hay condena, fue claro al decir: “¿a qué vamos a salir a la calle?” (3).
En buen castellano, luchar contra JOH hoy día está condicionado a las decisiones que tome el tribunal gringo de New York.
Estos dirigentes justifican esa decisión en que no es conveniente movilizarnos contra el gobierno ahora, porque eso atemorizaría a los jurados y jueces norteamericanos ante la posibilidad de que la izquierda tome el poder en Honduras, ya que esa es la campaña que ha hecho JOH en el exterior, y que eso los llevaría a declarar inocente a Tony.
Pocas veces he escuchado un argumento tan débil, viniendo de gente tan inteligente y fogueada en política. Es un error garrafal, en primer lugar, porque parte de creer que a los gringos se les puede desinformar fácilmente. ¿Acaso la CIA, la DEA y el Consejo Nacional de Seguridad gringo están pintadas y no saben quién es quien en Honduras? ¿Es que podremos “sorprenderlos” con algo así? Otro absurdo es pensar que eso cambiaria el resultado del juicio: ¿En qué cabeza cabe que el juez y el jurado de una Corte de Estados Unidos, seleccionada para sentenciar casos de narcotráfico de altos vuelos, similares al del Chapo Guzmán, se van a “preocupar” y van a cambiar su veredicto porque en Honduras se hagan manifestaciones contra el hermano de ese narcotraficante? ¡Por favor!
El fondo de la cuestión es que esta posición niega el principio de autodeterminación de nuestro Pueblo porque a cuenta de qué liberarnos de la dictadura debe depender de la susceptibilidad de una corte en Estados Unidos o de lo que piense un presidente gringo. ¿Acaso no tenemos suficientes motivos para luchar en la calle por sacar a JOH, más allá de lo que se ventile en la Corte de New York? ¿Dónde queda entonces nuestro derecho a la Autodeterminación y nuestra Soberanía? El pueblo exige la salida de JOH por los miles de crímenes que ha cometido aquí en todos los campos, de lo cual suficiente evidencia ha salido a la opinión publica. No necesitamos el veredicto de ningún juez de New York para luchar por esos motivos.
Esta posición se complementa con la solicitud de LIBRE de iniciar un proceso de “Juicio Político”. Esa iniciativa es una elegante forma de perder tiempo y postergar la lucha de calle. Según la Constitución y Ley Especial de Juicio Político, se requieren de 96 votos, es decir, prácticamente de la mayoría de bancadas para que se apruebe, algo dificilísimo de conseguir, aparte de las otras trabas: amparado en la antidemocrática Ley Orgánica del Congreso, Mauricio Oliva pondrá ese punto en agenda cuando le ronque la gana, lo cual puede ser una eternidad, dado que el Partido Nacional se opone a la propuesta; luego se nombrara una Comisión de investigación que rendirá un informe en 30 días; después se discute y decide en 5 días.
Es sintomático que, en algo tan vital para el futuro del país, LIBRE no llama a hacer una insurrección parlamentaria, que paralice el Congreso hasta la salida del narco dictador, como si lo hizo para cuando exigió reformas electorales.
En conclusión, la estrategia de la dirigencia de LIBRE no ha cambiado; solo la ha ajustado. Siguen apostando a las elecciones de 2021, pero a la vez dejan la puerta abierta por si se desencadena una crisis política antes de tiempo con la sentencia de New York, en la que los gringos decidan sustituirlo por otro de su confianza. Mientras algo así sucede, no piensan mover un dedo para convocar ningún levantamiento, sino que, por el contrario, confían en postergar la “euforia” pro insurreccional con la espera del fin del juicio hasta que se disipe el interés y nos alcance el inicio del proceso electoral en marzo de 2020. Recuérdese que el juicio puede prolongarse más allá de lo que pensamos: actualmente estamos en el momento de las audiencias de presentación de evidencias y testigos, pero después viene la etapa en la que el jurado delibera y después la etapa de la sentencia y definición de medidas; lo cual puede prolongarse hasta fines de noviembre o principios diciembre. Para entonces estaremos a las puertas de Navidad y en ese periodo cualquier excusa podría ser “valida” (¿recuerdan diciembre de 2017 y el llamado a dejar las trincheras para hacer nacatamales?). Y esto sin mencionar la posibilidad de con tan solo un jurado que “se dé vuelta”, el Juez puede anular el juicio.
Por lo dicho, este cálculo político se le puede revertir a los compañeros de LIBRE. Arriesgarse a ir a elecciones en 2021 con JOH en el poder, es un suicidio. No se olviden que la presidencia del Consejo Nacional Electoral (CNE) y en el Tribunal de Justicia Electoral (TJE) en el año de las elecciones generales la tendrá la representante del lado oscuro del Partido Liberal y no LIBRE; no se olviden que el bipartidismo se ha asegurado mayoría simple en el CNE y TJE y que ante eso nada podrá hacer; no se les olviden que, si no nos movilizamos, a partir de noviembre será más difícil expresarse por la entrada en vigencia el nuevo Código Penal, que criminaliza cualquier critica que se le haga al gobierno.
Si nosotros como Pueblo no sacamos a JOH antes de que lo saquen los gringos, ellos pondrán al títere que quieran como gobierno provisional, y en ese escenario, LIBRE no tendría oportunidad. Pero si lo sacamos por la vía de la movilización popular sería el Pueblo quien pondría su gobierno de transición y, en ese caso, este convocaría y garantizaría un proceso electoral democrático, en el cual LIBRE tendría opción real a ganar limpiamente el poder.
LA ACTITUD TIMORATA Y PRO MILITARISTA DE LA PLATAFORMA CIUDADANA POR HONDURAS
La Plataforma Ciudadana por Honduras está integrada por el Partido Liberal (Luis Zelaya), el Partido Salvador de Honduras (en formación, de Salvador Nasralla), el PINU (Guillermo Valle) y corrientes internas no oficialistas del Partido LIBRE, como la que lidera Nelson Ávila. Esta coalición exige a JOH su salida inmediata del poder y no esperar las elecciones de 2021, para lo cual llaman a una insurrección popular y demandan a los militares que cumplan su misión de velar por el orden constitucional. La alternativa que proponen es un “gobierno constitucional” que dure hasta 2021 para asegurar elecciones libres y democráticas ese año; solo que extrañamente no definen quien ejercería ese gobierno.
La exigencia de la salida inmediata del poder a JOH es correcta porque dejarlo más tiempo en la presidencia es darle la oportunidad de que se recupere y se blinde ante la posibilidad de una solicitud de extradición. Recuérdese que, en el caso de que los gringos solicitaran su extradición, JOH tiene la opción de promover su juzgamiento en Honduras y así no podría ser entregado a la justicia norteamericana.
Por otro lado, su llamado a una insurrección popular también es correcto porque no será mediante elecciones que se le sacará al dictador. El problema es que la Plataforma entiende la insurrección como un acto de manifestaciones pacíficas en las que se toman selfies, agitan pañuelos y se lanzan discursos; “sin quemar llantas ni tomas”, dicen; es decir, sin acciones de presión que afecten a sus amigos los empresarios. Ese tipo de insurrecciones no existen. El acto insurreccional es un acto soberano de fuerza con el cual el Pueblo responde a la violencia del Estado con la violencia popular. Así han sido todas las revoluciones en la historia, como la francesa y la norteamericana misma, o la gesta de Francisco Morazán y Bolívar, las cuales sacaron a dictadores o liberaron sus países a la fuerza, ya que sus opresores no entienden de razones.
Pero la ingenuidad de la Plataforma Ciudadana raya en lo sublime cuando piden a la cúpula militar que intervengan en esta crisis. Tal cosa es un absurdo. Basta recordar que las Fuerzas Armadas asestaron el Golpe de Estado de 2009, y que ya están interviniendo, pero a favor del régimen juanorlandista. Ellos no pueden ser aliados del Pueblo porque son nuestros verdugos. La única forma en que puedan hacer lo contrario es que el Comando Sur de Estados Unidos se los ordene y ahí si se cuadran los serviles. Pero mientras eso no suceda, esa posibilidad es un sueño.
En ese sentido la posición de la Plataforma Ciudadana es, por decir lo menos, ingenua, y su posición viene a ser inefectiva para producir la salida del dictador.
Entonces, ¿a qué se atiene la Plataforma Ciudadana para ser tan optimista? Pues que creen que los gringos harán el trabajo sucio de sacar a JOH y que reverdecerá la democracia en Honduras. Por eso su mirada está más puesta en New York que aquí. Tienen la confianza de que es inevitable el enjuiciamiento de JOH por los gringos y que Trump no estará en condiciones de auxiliarlo, por lo que ven inevitable que JOH será sacado del poder, y ellos quieren estar ahí cuando eso suceda para ser colocados en su lugar con el apoyo gringo.
Sin embargo, en mi opinión, esta esperanza de la Plataforma Ciudadana es poco realista porque el gobierno de Trump, aun en el hipotético caso de sustituir al déspota antes del proceso electoral de 2021, no lo sustituiría por Nasralla ni por Luis Zelaya, sino por alguien del mismo grupo de poder de JOH para asegurar la continuidad de su estrategia y el control de la situación, es decir, para la continuación de su régimen oprobioso. Uno de los más potables para la sucesión es Mauricio Oliva, Presidente del Congreso, quien aseguraría la continuidad del juanorlandismo sin Juan Orlando, aduciendo que se haría “respetando” la Constitución. Técnicamente la primera opción legal para sustituir a JOH sería un(a) Designado(a) Presidencial, como Ricardo Álvarez, pero este personaje no es viable porque no tiene el poder de Oliva y no es del grupo de confianza del juanorlandismo. De hecho, Ricardo Álvarez aparece mencionado en el caso del Trans 450 por parte del Ministerio Publico. En contraste, es sospechoso que el nombre de Mauricio Oliva ha dejado de sonar en los escándalos de corrupción y en la lista de extraditables a los juicios. ¿Le están limpiando el camino?
Al final, si esta tesis es correcta, la Plataforma Ciudadana será inducida a plegarse a lo que los gringos impongan en contubernio con el poder, porque hasta ahora ni Nasralla ni Luis Zelaya han mostrado capacidad de convocar siquiera un mitin ligeramente numeroso como para venderse bien, mucho menos para sacar al régimen con una “insurrección pacífica”. No sería extraño entonces que a estas alturas Nasralla haya caído en cuenta de esa realidad porque en los últimos días hemos visto que ya no exige ser el sustituto de JOH, y en su último comunicado habla de un “gobierno constitucional”, un término que hasta ahora no había utilizado.
PLATAFORMA POR LA SALUD Y EDUCACION: VIRTUDES Y DESATINOS
Tal vez el movimiento de oposición social más destacado que ha ocurrido en los últimos ocho años, desde el decaimiento de la Resistencia Popular en las calles, ha sido el emprendido por la Plataforma por la Defensa de la Salud y la Educación (a la que llamaremos aquí “la Plataforma”). Esta lideró una importantísima lucha social contra los decretos legislativos y PCMs que atentaban contra estos dos sectores tan vitales para el país.
La Plataforma entusiasmo a decenas de miles de trabajadores y de la juventud por varias razones: por haberle infringido la primera derrota política al régimen post golpista, al conseguir la derogación de esas terribles medidas; por haber reactivado al magisterio y al sector salud quienes junto a la juventud y otros sectores impulsaron dos grandiosos levantamientos populares, en mayo y junio, que hicieron tambalear al gobierno y devolvieron la esperanza del Pueblo en la lucha; y también por un estilo de conducción más directo y transparente con la base, al menos inicialmente. Gracias a ese impacto, se generaron también muchas expectativas cuando el 18 de junio se reunió una gran Asamblea Nacional de la Plataforma y posteriormente se abrió un proceso de “Dialogo Ciudadano Alternativo”, que prometían profundizar aquel movimiento.
Sin embargo, en el curso de los dos meses siguientes, la conducción de la Plataforma poco a poco fue disminuyendo su actividad y se alejó de la calle, decayendo los paros y movilizaciones; el gremio médico se volcó a atender la emergencia del dengue y no se volvió a activar; posteriormente, el grueso del magisterio se cansó de esperar convocatorias y, sometido a la represión laboral del gobierno, también abandono la lucha.
Dos meses después, el 7 de agosto de este año, cuando parecía ya extinta, la Plataforma por la Salud y Educación causo sensación nuevamente con el anuncio de que iniciaría la lucha por exigir la renuncia de JOH (4); algo que desde la base se venía solicitando porque el pueblo acompaño esa lucha impulsado por el deseo de sacar al narco dictador . Incluso anuncio que integraría un bloque de organizaciones con ese objetivo (5). Convoco a algunas manifestaciones, pero al poco tiempo, volvió al estado de inmovilidad del que, hasta la fecha, no ha salido. Lo único que ha sobrevivido es un lento proceso del llamado “Dialogo Ciudadano Alternativo” que a estas alturas no ha dado el fruto prometido.
¿Qué paso con este prometedor movimiento? Mi tesis es que fueron cuatro los factores principales para su decaimiento:
El primero fue que, en una primera etapa, la conducción de la Plataforma fue rebasada por la radicalidad de las bases que, si bien se movilizaban por el tema de la estabilidad laboral y el mejoramiento de la salud y educación, estaban más motivadas por luchar para sacar a JOH, un tema directamente político que la Plataforma tardo en digerir por pretender, erróneamente, mantener virgen e impoluta su causa social separada de lo político. Cuando finalmente se decidió por incursionar en ese terreno en agosto, ya había cundido el desencanto en sus bases por dos meses de inmovilidad y estas venían retrocediendo ante la represión laboral.
El segundo fue la inconsecuencia de la conducción de la Plataforma para responder a la terrible represión laboral que afecto principalmente al magisterio. Recuérdese que la consigna de la Plataforma que mantenía la seguridad de la base en el movimiento era que habría un paro nacional al primer despido. Sin embargo, al sentir desmovilizado a los gremios, el gobierno comenzó a abrir expedientes, convocar a audiencias de descargo, hizo despidos y aprobó un “código de ética” que hizo retroceder a los empleados de salud y educación en su ánimo de seguir luchando, mientras que no hubo la prometida reacción de la Plataforma.
El tercero fue la perdida de democracia interna y la burocratización de la Plataforma, en el sentido de que las decisiones estratégicas principales se concentran en su cúpula, dominada principalmente por el gremio médico, mientras que nunca resolvió el problema de la falta de una robusta representación del gremio magisterial. Esta pérdida de democracia interna se expresa en la fuerte dependencia hacia el liderazgo de la Dra. Figueroa, algo de lo que ella inicialmente se cuidó; en la resistencia a volver a convocar la Asamblea General de la Plataforma, para permitir a sus diversos sectores expresar sus necesidades; en la reticencia a abrir la Plataforma a otras expresiones del movimiento popular para hacerla más amplia; y en el encasillamiento temático de un movimiento tan importante, solo en la problemática de salud y educación.
Y finalmente, el cuarto factor fue el conflicto de liderazgos entre la Dra. Suyapa Figueroa y Manuel Zelaya. Este conflicto se expresó, por un lado, en una actitud intolerante de parte de la Dra. Figueroa a todo lo que oliera a LIBRE o a partidos de izquierda (como el PST) en sus movilizaciones y estructuras; y, por otro lado, en la campaña que desde LIBRE y desde el medio de comunicación que este influye, se emprendió contra la Dra. Figueroa cuestionando su pretendida “apoliticidad” y afinidad con el liberalismo. Este conflicto disminuyo la potencia del movimiento de la Plataforma porque un sector muy importante de su base es simpatizante o militante de aquel partido político.
Profundizando en este último aspecto, debo expresar tres puntos.
El primer punto es que es entendible el rechazo de los liderazgos de clase media, como es el caso del gremio médico, hacia la intromisión de las diversas expresiones político-partidarias en los movimientos sociales, debido al oportunismo, doble moral, incumplimiento de ofertas e instrumentalización de todo lo que tocan que ha caracterizado a la mayoría de los partidos políticos. Esto es típico de los movimientos que provienen de estos estratos sociales medios, como ocurrió con el movimiento indignado en 2015-2016. Pero también es cierto que esta conducta política de la clase media sería aceptable, si no fuera porque es incoherente.
La historia nos da un ejemplo de lo anterior, cuando dirigentes del movimiento indignado iniciaron siendo “apolíticos”, terminaron siguiendo las consignas o siendo candidatos del Partido Anti-Corrupción y el Partido Liberal. Algo similar comienza a ocurrir con la Plataforma: hay rechazo por la presencia de líderes del Partido LIBRE en las movilizaciones y estructuras de esta organización, pero no tiene la misma alergia cuando se trata del Presidente del Partido Liberal y excandidato presidencial, Luis Zelaya, quien abiertamente participa de acciones de calle de la Plataforma (6) .
Eso podría explicar en alguna medida el fracaso de algunos tímidos acercamientos que hubo entre la Plataforma con LIBRE, en el mes de agosto, para conformar una alianza o bloque contra JOH. Tales acercamientos fueron hechos sin mucha convicción de ambas partes, y la muestra es que se abortaron a la menor señal de discrepancia.
El segundo punto es que creo no equivocarme al decir que la Dra. Figueroa, inconscientemente o no, ha caído en la trampa que teje la Embajada norteamericana para distanciar a la Plataforma de los movimientos sociales conducidos principalmente por militantes de LIBRE y otras expresiones de izquierda, con el objetivo de impedir la unificación de las dos grandes fuerzas que podrían dar al traste con la dictadura que el gobierno norteamericano apoya. Tal conducta política se acentuó desde el acercamiento que tuvo la dirigencia del Colegio Médico con funcionarios de la Embajada norteamericana el 14 de junio de este año (7), y luego con la visita de Nanci Pelosi el pasado 11 de agosto (8).
Esta reticencia al acercamiento con la centro izquierda y con las coaliciones sociales donde esta tiene presencia o afinidad, como es el caso de la Convergencia contra el Continuismo, contrasta con el acercamiento de la Plataforma de Salud y Educación hacia las expresiones de centro derecha afines al Partido Liberal y al Partido Salvador de Honduras. Es por eso que vemos a la Dra. Figueroa acercarse a la Plataforma Ciudadana por Honduras, al Consejo Nacional Anticorrupción y entidades similares, influenciadas por estos partidos.
Esta estrategia divisionista promovida muy sutilmente por la Embajada y sus centros de influencia (USAID, NED) va orientada a minar la posibilidad de que la centro izquierda o la izquierda tengan alguna influencia en la Plataforma y, al mediano plazo, a cooptar a la Dra. Figueroa como potencial futura candidata (9) de una alianza liderada por el Partido Liberal y el PSH para dividir las fuerzas de la oposición de cara al proceso eleccionario de 2021, ya que LIBRE iría también con su propia candidatura. En lo inmediato, la estrategia va orientada a impedir la unificación de las dos fuerzas que, si lucharan juntas en la calle hoy, podrían echar abajo a la dictadura: la Plataforma y las bases de LIBRE.
De prestarse para esta estrategia, la Plataforma de Defensa de la Salud y la Educación estaría haciéndose un disparo a su propio pie, porque estaría deconstruyendo las bases de su lucha contra la estrategia neoliberal en salud y educación, ya que estaría haciéndole el juego a la estrategia norteamericana que en el fondo es neoliberal. Mas le vale acercarse a los sectores populares que vienen combatiendo este sistema hace décadas.
Por último, y no menos importante, es que la política del liderazgo de LIBRE no es inocente en esta estrategia; de hecho, contribuye a la misma con su campaña anti- Plataforma en lugar de apoyarla militantemente, lo que se comprende teniendo en cuenta que la conducta de dicho partido no es ajena a su decisión de disputar el poder hasta el 2021, y no ahora.
CONVERGENCIA CONTRA EL CONTINUISMO, UNA OPORTUNIDAD PARA MEJORAR
Y cierro con unas breves palabras sobre la Convergencia contra el Continuismo.
Esta coalición nació en el año 2017 debido al vacío que existe en Honduras de un movimiento social articulado como consecuencia del vaciamiento del Frente Nacional de Resistencia Popular. Es por hoy la única que se plantea una lucha contra el modelo capitalista neoliberal, y no solo contra un mal gobernante ni solo contra algunas de sus consecuencias. Así lo dice su fundador Carlos H Reyes; “no solamente se trata de actuar en contra de lo que es el continuismo, sino lo que es el continuismo del modelo, porque aquí hay una cosa esencial, un modelo neoliberal y dictadura, es el mismo fenómeno” (10)
La Convergencia contra el Continuismo tuvo un meritorio protagonismo en la lucha antineoliberal entre 2017 y 2018, después de la desaparición de la Alianza de Oposición contra la Dictadura. Pero, por alguna razón que aun no comprendo, la Convergencia no capturo el descontento popular, ni se posiciono oportunamente ante la realidad nacional en 2019, de manera que tuvo que surgir una Plataforma de Salud y Educación para llenar ese vacío. Desde entonces, la Convergencia vio seriamente disminuido su poder de convocatoria y prácticamente se desactivo, hasta recientemente, que ha convocado a algunas actividades de masas, que nos hacen renacer la esperanza.
Hoy día la Convergencia contra el Continuismo ha resurgido y se nos presenta como una opción de lucha a la cual habría que robustecer y mejorar en cuanto a planteamiento político programático, democratización interna, métodos de lucha e incidencia política. Todo sin menoscabo de la necesidad de que sea una entidad abierta a la unidad de acción con las otras expresiones sociales y políticas que se oponen a la narco dictadura.
Dependerá que la Convergencia aprenda las lecciones del pasado de sus homologas, para que se convierta en un exitoso factor que sume a todo el espectro de fuerzas que nos oponemos a la dictadura y a su modelo, o al menos de su sector más consecuente.
CONCLUSION:
El espectro de la oposición en Honduras es diverso, tanto desde el punto de vista de extracción social como ideológico y político. Cada uno de sus componentes tiene una historia de luces y sombras que deben asumirse, pero vistas en conjunto, tienen grandes virtudes y debilidades.
Resumidamente, sus virtudes son; 1) Cuando se lo proponen son capaces de hacer temblar al poder oligárquico y a la narco dictadura oprobiosa neoliberal; 2) todas juntas cuentan con el respaldo de la mayoría del Pueblo hondureño; 3) tienen en sus filas una base combativa, luchadora, tenaz y comprometida; 4) en su diversidad, representan los intereses de diferentes sectores de la nación.
Algunas de sus debilidades son: 1) su débil capacidad de superar las cosas pequeñas que las separan para unificarse alrededor de lograr la gran meta de sacar al régimen, 2) su poca visión política para reconocer la oportunidad que nos presenta el momento histórico, 3) la práctica del vanguardismo, el sectarismo y el oportunismo.
LOS RETOS
El reto que está planteado es quíntuple:
- Tender puentes entre todas las fuerzas para construir la unidad de toda la oposición social y política, para emprender una lucha común contra la dictadura, ya que nuestra división es su fortaleza.
- Tomar consciencia de la oportunidad histórica que tienen enfrente, no solo para deshacerse de este régimen, sino para construir un Estado diferente, a la medida de las necesidades del Pueblo.
- Rescatar el sentido de soberanía nacional frente a las influencias de las grandes potencias en particular del imperio norteamericano, que nada bueno quiere para nuestro país,
- Movilizar al pueblo con métodos que tengan un impacto efectivo sobre la economía del régimen y no solo actos simbólicos.
- Empoderar al Pueblo promoviendo su auto organización y practicando la democracia interna.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
(1). Torres cuestiona a Trump por llegar a acuerdos con un acusado por narcotráfico. Disponible en; https://notibomba.com/torres-cuestiona-a-trump-por-llegar-a-acuerdos-con-un-acusado-por-narcotrafico/amp/?fbclid=IwAR2bSJmuTpUVe4cfAYrG6fn9zr7fSvebZfUu7QPFmoENxZvxz1i4raXndZE
(2). Criterio.hn; “Hay que sacar a JOH y adelantar elecciones”. Disponible en; https://criterio.hn/2019/10/07/hay-que-sacar-a-joh-y-adelantar-elecciones-mel-zelaya/
(3). Confidencial Honduras: “Libre confirma que convocara a acciones después de la condena de Tony Hernández”. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=hKWEa9H3owQ.
(4). NODAL, Multitudinaria protesta pide la renuncia de Hernández por vínculos con el narco. Disponible en: https://www.nodal.am/2019/08/honduras-multitudinaria-protesta-pide-la-renuncia-de-hernandez-por-vinculos-con-el-narco/
(5). Ver: VTV: “Doctora Suyapa Figueroa no descarta una candidatura presidencial”, 10 de octubre 2019, disponible en https://canal6.com.hn/la-plataforma-en-defensa-de-la-salud-y-educacion-anuncia-creacion-de-bloque-nacional-para-exigir-la-renuncia-de-joh.html
(6). Ver la entrevista de Dick y Miriam Emanuelson a Luis Zelaya mientras se manifestaba con la Plataforma el 31 de mayo 2019, disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=metc8-EC5Z0
(7). La Tribuna, “Embajada de Estados Unidos se reúne con dirigentes de la Plataforma de Salud y Educación”, 14 de junio 2018, disponible en: https://www.latribuna.hn/2019/06/14/embajada-de-eeuu-se-reune-con-miembros-de-plataforma-de-salud-y-educacion/
(8). Visita de congresistas de EEUU no es de “cortesía” Unidos esta https://www.youtube.com/watch?v=h7Z9GdvsQ_o
(9). Que no lo descarta lo expresa en la entrevista para VTV del 10 de octubre de 2019, disponible en https://www.youtube.com/watch?v=_Snsft7vuk4
(10). Defensores en Linea: https://defensoresenlinea.com/convergencia-contra-el-continuismo-la-instancia-articuladora-y-movilizadora-contra-la-dictadura/
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